Consideraciones Previas
- Detalles
- Categoría padre: Oftalmologia
- Categoría: Formacion MIR
- Escrito por Guillermo Martín Carretero
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Consideraciones previas.
1. Consideramos esencial para el residente de Oftalmología la formación práctica tanto en la clínica como en el quirófano, ya que se trata de una especialidad médico quirúrgica, y deberá afrontar, con la adecuada supervisión en cada momento de la residencia, los problemas habituales de la especialidad.
2. La adquisición de la experiencia quirúrgica deberá ser gradual y continua. El residente debe terminar con una formación quirúrgica que abarque todos los campos de la especialidad y tener así una visión de conjunto. Es impensable que el residente al terminar su periodo de cuatro años de formación posea una experiencia suficiente en todos los procedimientos operatorios, pero sí deberá tener los fundamentos quirúrgicos para completar y continuar su formación con el fin de llevar a cabo con éxito intervenciones no realizadas durante este período.
3. La formación clínica y quirúrgica se realizara de forma planificada y bajo supervisión. El residente tanto en la consulta, el quirófano o durante las guardias, irá asumiendo de forma gradual cada vez más responsabilidad, de manera que al final de su residencia deberá saber tomar decisiones diagnósticas y terapéuticas de forma sólida y fundamentad. Así mismo, todos los residentes deberán adquirir una formación homogénea evitando las desigualdades en la calidad o cantidad de las actividades médicas y quirúrgicas que puedan surgir entre ellos.
4. La formación teórica se basa tanto en la investigación y estudio individual como en la actividad docente programada desde el Servicio. Las sesiones clínicas y bibliográficas sobre temas básicos, revisiones o casos interesantes estarán preparadas por médicos de plantilla, residentes o ambos. Se invitará a participar a conferenciantes de otros Departamentos del Hospital y de otros hospitales. Así mismo se estimulará la participación en las Sesiones Clínicas Generales del Hospital. Es deseable que el residente inicie los estudios del Tercer Ciclo para poder defender la Tesis Doctoral al término de su residencia.
2. La adquisición de la experiencia quirúrgica deberá ser gradual y continua. El residente debe terminar con una formación quirúrgica que abarque todos los campos de la especialidad y tener así una visión de conjunto. Es impensable que el residente al terminar su periodo de cuatro años de formación posea una experiencia suficiente en todos los procedimientos operatorios, pero sí deberá tener los fundamentos quirúrgicos para completar y continuar su formación con el fin de llevar a cabo con éxito intervenciones no realizadas durante este período.
3. La formación clínica y quirúrgica se realizara de forma planificada y bajo supervisión. El residente tanto en la consulta, el quirófano o durante las guardias, irá asumiendo de forma gradual cada vez más responsabilidad, de manera que al final de su residencia deberá saber tomar decisiones diagnósticas y terapéuticas de forma sólida y fundamentad. Así mismo, todos los residentes deberán adquirir una formación homogénea evitando las desigualdades en la calidad o cantidad de las actividades médicas y quirúrgicas que puedan surgir entre ellos.
4. La formación teórica se basa tanto en la investigación y estudio individual como en la actividad docente programada desde el Servicio. Las sesiones clínicas y bibliográficas sobre temas básicos, revisiones o casos interesantes estarán preparadas por médicos de plantilla, residentes o ambos. Se invitará a participar a conferenciantes de otros Departamentos del Hospital y de otros hospitales. Así mismo se estimulará la participación en las Sesiones Clínicas Generales del Hospital. Es deseable que el residente inicie los estudios del Tercer Ciclo para poder defender la Tesis Doctoral al término de su residencia.